AMONTONAD TESOROS EN EL CIELO.

Servir desde la perspectiva de un laico. 

Amar al otro es servirle, entregarse a él y ofrecerle lo mejor de nosotros para intentar que su vida sea un poco más plena y feliz. No quiero que se entienda la palabra “servir”, como una cuestión de sumisión o de sometimiento pues no tiene nada que ver con estos conceptos. Hablo de servir como una forma de ayudar al que tiene necesidad de afecto, de comprensión, de esperanza, de sabiduría, de ánimo, de fortaleza e incluso de bienes materiales.

Servir con generosidad, en todos los órdenes de nuestra vida y en sus facetas más esenciales (trabajo, familia, amigos, comunidad), es lo que nos da mayor plenitud y satisfacción como seres humanos y como hijos de Dios, pues reconcilia armónicamente ambas dimensiones: por amor hemos sido creados y sólo mediante el amor damos pleno sentido a nuestra naturaleza más íntima que es vivir por y para amar.

Pero nada de esto tendría mucha razón de ser si servir lo consideramos sólo como una actividad esporádica más en medio de otras muchas actividades. En este libro trataremos de profundizar en el servicio como un propósito y una forma de vivir que alienta absolutamente todos los momentos de nuestra vida, desde que nos despertamos hasta que nos acostamos…ad meiorem Dei gloriam.